Por estos dias se me ha complicado escribir, ta lvez por la falta de disciplina tal vez por el cambio de rutinas de Luisa, mi chiquita ya tiene cinco meses, ya duerme menos y demanda más tiempo para jugar con ella, para hacer cosas durante el día y para que le den muchos besos.
Ya dejó de ser una recién nacida, por eso ya casi se sienta, se chupa los dedos de los pies, se voltea y trata de gatear, mi hija crece, crece velozmente y yo crezco con ella, hay muchos miedos que aún me acompañan, sin embargo me quedo aterrada de la confianza que he ganado como mamá, antes me costaba trabajo vestirla y hasta la cargaba como si se fuera a caer, ahora ya puedo deducir porque llora, y logro averiguar donde le duele y que hacer para calmarla.
Mi familia ha crecido y hemos logrado avanzar en nuestra adaptación a la llegada de Luisa, cada día se agenda casi que en función de ella, es una parte fundamental de nuestras vidas observar como conoce el mundo y como nos hacemos participes de esto.
Soy feliz, soy feliz de ser mamá, de tener a Luisa en mi vida, de tener la familia que tengo.
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