Esta semana no se porque la empece con un ánimo diferente, me siento cansada desde el lunes, me hace falta Luisa más de lo usual, y la verdad es que dinámica ha sido la misma. El lunes cuando salia al trabajo cargue como siempre a Luisa, para despedirme de ella, pues mi chiquitina entendio que se iba a ir a trabajar conmigo y le decía a mi tia que adios, cuando se la entregue a mi tia, lloró, eso me partió el corazón, nuevamente me sentí mala madre, por no tener una fuente de ingresos que no sea mi empleo, por no quedarme en casa con ella para no vivir esas despedidas, talvez esto ha hecho de mi semana algo diferente.
Nuevamente quisiera tener una varita mágica y no tener que trabajar, para no tener que lidiar con el dolor cada mañana, para no perderme en los ojos de mi hija y no sentirme así, como si la abandonara. Se supone que con el pasar de los dias me sentiría mejor y lograría hacerme a la idea, pero esto no pasa, todos los dias me veo desesperada por llegar, por aprovechar cada minuto y por tratar de darle lo mejor de mi a Luisa.
Alguien me dijo que tratara de lidiar con esto, porque de alguna forma la separación tenemos que vivirla, sin embargo sigo con la misma idea de siempre, no es la separación cada mañana, son la cantidad de horas, son muchas horas, pero nuevamente me acerco a la realidad, no hay situaciones ideales y esta es la que tengo que vivir, es la que tengo que lidiar.
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