Hace días no escribo nada, pero tengo muchos pensamientos rondando, quizás ha sido prudente esperar para procesar. Desde el nacimiento de mi hija he recibido toda clase de consejos, algunos nos han servido, otros definitivamente han sido inútiles y hasta inesperados, finalmente he aprendido a manejar tanta información a favor, en este momento de nuestras vidas, cuando Luisa cuenta con 14 meses empezaron los consejos en relación a la terminación de lactancia, por fin me encontré una medica que defiende la lactancia después del año de vida del bebe, me aconsejo continuar la lactancia por lo menos hasta los dos años y después hasta que lo decida, rarisimo en mi país, pero bueno de a uno se va sumando, por otro lado tengo la presión de algunos conocidos que me dicen que destete la mi hija, pues ya tiene un año de vida, y finalmente de otros que me dicen que la lactancia más allá del año de vida se aplica en casos de poblaciones deprimidas. Finalmente la decisión es mía decidí lactar a Luisa hasta los dos años, igualmente mi hija ya decide cuando lactar y ahora lo hace en muy ocasiones, no me preocupo porque finalmente ella en su sabiduría inmensa sabrá en que momento dejar la teta.
Hoy día de la mujer, siento que este tipo de decisiones son las nos hacen más mujeres y que nos permiten ganar terreno en nuestros derechos, no son caprichos, son deseos sentidos y sobre todo sabios, porque en nuestras vivencias hemos aprendido acerca de aquello que necesitamos y que debemos hacer para mejorar nuestras vidas. Ser mamá me ha hecho más mujer, me ha permitido trascender y conocerme más, además me ha dado motivos para luchar y reconocer aquello que es bueno para mi, para mi hija y mi familia.
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