Por estos días se puso a prueba la salud de Luisa, igualmente nuestra paciencia, primero porque como madre primeriza, se debe tener paciencia para saber en que momento acudir a urgencias y segundo porque por obvias razones el emparamento de Luisa ha estado más fuerte que de costumbre.
A pesar de todos los contratiempos Luisa evoluciono bien y después de cuatro terribles días supero su virosis, eso si después de dos idas por urgencias y casi tres noches sin dormir nada bien, aun no sale de nuestra cama, se encuentra más consentida que nunca y se comporta como toda una reina, manda y manda y a ratos no sabemos que es lo que manda.
Después de tanto logre tomar aire manejar las pataletas y acudir a diferentes métodos para poder satisfacer sus necesidades, a pesar de que se hace entender, aun no logramos el punto de entendimiento de su "idioma", de todo esto puedo concluir que mi hija solo pide lo que necesita o a veces cree necesitar, por su edad no sabe como expresarlo, así que la adulta y la responsable soy yo, por lo tanto soy la llamada a tratar de traducir y resolver, además también creo que estas situaciones como madre me han ayudado a conjurar viejos demonios y sobre todo a no tratar de repetir historias.
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