Por estos días en los ires y venires de mis nuevas ocupaciones pude detenerme a hechar memoria de lo que han sido estos siete meses como mamá. Debo reconocer que la sensación al saber que en mi se albergaba vida fue inigualable, es indescriptible lo maravilloso que fue ver crecer mi abdomen y empezar a sentir los movimientos de Luisa.
En medio de tanta felicidad no dejaba de preocuparme por mi salud, por como estaría mi bebé y sobre todo por como sería todo después del nacimiento, hasta ahora me llena de dudas el saber si todo lo que he hecho como mamá realmente contribuiría a hacer de Luisa una gran persona y sobre todo la persona que ella quiere ser, si a pesar de ser mamá primeriza lograré superar los temores y ser una buena madre.
Ahora despues de casi dos semanas de estar trabajando se han ahondado en mi algunos miedos, entre ellos si tome una adecuada decisión al ir a trabajar, se que no tenía muchas opciones, pero esta mañana al marcharme me sentí muy mal, sentí un vacío gigante al dejar a Luisa, esta semana ha sido especialmente más dificil que la anterior, ayer no la paso muy bien y yo tampoco, al irme casi lloro todo el camino hasta mi trabajo y durante el día no veo la hora de llegar, cuando estaba en embarazo de alguna forma tenía idea que iba a ser dificil alejarme de mi hija, pero no concebía la magnitud del asunto, en medio de todo pienso que esto es fruto de mi lazo con Luisa, de lo que hemos construido estos casi siete meses y me anima a seguirnos fortaleciendo.
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